SD Noja 3-2 SD Amorebieta

El Noja nunca se rinde. Lo lleva en su ADN. Por eso, los de Ángel Viadero irán el día 12 de Septiembre a Barcelona a enfrentarse al Hospitalet en la segunda ronda de la Copa De El Rey. El Amorebieta comenzó el partido impetuoso y presionando con insistencia y dejó entrever que iba a por la eliminatoria. Por su parte, el Noja, con el bloque del año pasado, dejó hacer a los visitantes, encomendándose al contragolpe de sus hombres. De este modo, comenzó el encuentro. Goicoetxea se fabricó una jugada por la banda que finalizó con un centro que, Gabilondo, en boca de gol, sólo tuvo que empujar el balón al fondo de las mallas nojeñas. Un gol que no amedrentó a los locales, quienes enseguida hilvanaron una jugada que finalmente remató Gerardo con un lanzamiento raso desde la frontal que se marchó rozando el palo. En el minuto 27, y en una contra fulgurante, Urko aprovechó a rematar en el segundo palo para ampliar la diferencia. Era el 2-0. El Noja se armó de paciencia para intentar reducir la diferencia y Ángel Viadero sacó toda su artillería en la segunda mitad. El equipo arriesgó mucho más, obligado por las circunstancias y también dejó espacios para contragolpe visitante. En el minuto cuarenta y nueve, una falta botada por Luisma la remató Bustillo para hacer el 1-2 en los mejores minutos de los verdiblancos. El Noja perdió a Álvaro por tarjetas, un varapalo para los nojeños, que no cesaron en su empeño de buscar la prórroga con un nuevo gol. La tuvo Iker Torres, con un remate desde el interior del área que lo repelió el larguero. Y llegó, a falta de seis minutos para la conclusión, un lanzamiento de Ricky desde la frontal que llevó el delirio a la grada y el 2-2 al marcador. Con este resultado y un jugador menos se iban los costeros a la prórroga. La ventaja en estos treinta minutos adicionales era para los visitantes, pero como nadie duda del espíritu del conjunto verdiblanco, nadie perdió la fe, incluidos los jugadores. Faltaban escasos segundos para la conclusión de la prórroga y Gerardo, con un lanzamiento cruzado desde la frontal, batía de nuevo a Zibor. Era el 3-2, cuando nadie daba un duro por el Noja.